Nadie se hace cargo de nada. Levanto las manos y esto nunca pasó, "yo no fui", "yo no lo toqué", "yo no quería", "no me importa un carajo". Ese es el tema, a nadie le importa. Es muy fácil disfrazarnos de amigos, pero ¿quiénes lo son realmente? ¿Quiénes fingen y quiénes no?¿En qué momento nos empieza a importar? ¿Cuándo deja de importarnos? ¿Cuándo deja de doler estar equivocado? ¿Hay alguien a quien le importe? ¿Qué nos importa? ¿Qué no nos importa? ¿QUÉ NOS DEBERÍA IMPORTAR? ¿QUIÉNES NOS DEBERÍAN IMPORTAR?.
A veces creo que todos vivimos anestesiados, que pasamos por la vida ya muertos, somos zombies y nos alimentamos de aquellos pocos que todavía viven, que todavía sienten.... Me pregunto qué vamos a hacer cuando ya no quede nadie. Supongo que ni siquiera nos vamos a dar cuenta porque nada nos conmueve; nada se mueve dentro de nosotros. Dentro de nosotros no, dentro de ellos, a mi todavía me pasan cosas, demasiadas, me asusta que ellos quieran pisotearme todas las emociones, que se las quieran llevar, que se las quieran comer; pero también me alivia. Me alivia porque estoy cansada de los sentimientos que no paran de dar vueltas, que no paran de herir.
Me cansa como todo lo que esta a mi alrededor impacta en mí y pone en movimiento millones de sensaciones que la mayoría de las veces no sé cómo manejar. Y aunque en algún punto este padecimiento es la certeza de que todavía vivo, de que todavía siento, me alegra y reconforta saber que pronto me van a convertir en piedra, me van a volver cínica, me van a desalmar y ya no voy a sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario