Es una gran mentira que el pasto más verde es el del vecino, ese pasto esta tan hecho mierda como el nuestro. Pero a pesar de eso, y a pesar de la incomodidad que se siente al descubrir que el pasto no es más verde, que fuiste una pelotuda todo el tiempo pensando que lo era; se disfruta más un picnic del otro lado de la medianera. No preguntes por qué, pero siempre pensamos que lo que tienen otros es mejor, nunca valoramos lo que tenemos.
Pienso que estoy mejor que muchos y no lo valoro, pienso que muchos están mejor que yo y no ven todas las cosas buenas que tienen.
Me gustaría vivir con el vecino, tener todos los días de mi vida ese pasto que desde mi casa se ve tan verde y sano, fresco, con el largo justo; pero si lo hiciese, lo odiaría así como odio al pasto de mi casa.
Somos especies raras.
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