Pero no soy para nada inteligente, espero demasiado de las personas. Espero que me quieran como yo a ellos y no. Espero que me banquen como yo a ellos, pero no. Espero que esten para mi, pero no. No hay nadie, y es tan fácil hablar de amistad, de que siempre vas a estar para mi, pero te fuiste. Y es tan fácil darme un consejo cuando ni siquiera me prestaste atención, cuando no sabes nada de mi, y decirme que hable con las personas cuando en realidad nadie quiere escuchar. Así como yo no puedo escuchar a mi mamá, ellos no pueden escucharme a mi.
Quiero viajar, quiero ir a San Pedro, pero sola... decirle a mi mamá que me voy a encontrar con las jerapas y no hacerlo, caminar... simplemente caminar sola. Y aunque lo que menos quiero es la soledad, quiero escaparme de acá y se que nadie puede darme lo que quiero, entonces caminar, en un lugar donde nadie me conocería, donde seguro me perdería, perderme a mi misma, más perdida de lo que estoy, literalmente perderme. Me gustaría irme más lejos, me gustaría ir a la playa, sola. Pero jamás podría ir sola a la playa 1. porque no tengo plata para hacerlo y 2. porque no creo que me dejen hacerlo. Por eso San Pedro esta bien, tengo coartada.
Nunca hago lo que quiero hacer, nunca hago lo que digo que voy a hacer, hago lo que todos esperan que haga, me pregunto a mi misma si estoy tan cansada de todo como para rebelarme ante lo que debería ser.
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